San Francisco jugará la Super Bowl 2024 contra los Chiefs de Patrick Mahomes | Deportes
Un tercer cuarto providencial tiene a San Francisco en la Super Bowl. Los 49ers han conquistado el título de la Conferencia Nacional en el mejor partido de la jornada. Los de California tuvieron que anular el agresivo juego terrestre planteado por los Detroit Lions, quienes buscaban este domingo dejar de ser uno de los cuatro equipos que nunca ha jugado una final de la NFL. San Francisco se pone en dirección a Las Vegas gracias a una remontada de 17 puntos en ocho minutos encabezada por Brock Purdy y el receptor Brandon Aiyuk, quien marcó un touchdown una jugada después de haber atrapado asombrosamente una pelota rebotada en la máscara de un rival en un pase de 51 yardas.
San Francisco ha saldado esta noche una cuenta pendiente. El equipo había perdido tres finales consecutivas de conferencia. Purdy vio el año pasado cómo la temporada se le escapaba de las manos tras una lesión sufrida en el primer cuarto de la semifinal frente a Filadelfia. Este domingo, con 24 años, se ha reivindicado y se ha convertido en el tercer jugador más joven de la historia en disputar un título a pesar de haber sido la última selección del draft en 2022. Purdy lanzó esta tarde 267 yardas y una anotación en la que es ya su mejor aparición en playoffs.
El Super Bowl se disputará el 11 de febrero. El de este año será una repetición de la edición 54 con un choque entre San Francisco y Kansas City. Patrick Mahomes, entonces con 24 años, conquistó su primer campeonato y MVP guiando a su equipo a anotar 21 puntos en el último cuarto frente a los 49ers de Jimmy Garoppolo y el entrenador Kyle Shanahan. Estos vieron el germen de la dinastía que hoy representan los Kansas City Chiefs de Andy Reid.
Detroit, jugando en casa, hizo soñar a 65.000 aficionados gracias a una primera mitad de dominio contundente. Jared Goff comandó una enorme ofensiva terrestre que puso a San Francisco contra las cuerdas con 148 yardas y touchdowns de Jameson Williams, David Montgomery y Jahmyr Gibbs. El equipo se fue al descanso ganando 24-7, pero al regresar de la pausa un par de costosos errores dieron oxígeno a Purdy y los de San Francisco. Uno de estos fue la decisión del entrenador Dan Campbell, de jugar una cuarta oportunidad cuando los Lions estaban a 46 yardas de la zona de anotación. En la jugada, Goff, quien cerró la noche con 25 de 41 y 273 yardas, lanzó un pase incompleto.
En otro momento del tercer cuarto, Jahmyt Gibbs soltó la pelota en su yarda 24 y le permitió a San Francisco sumar con una anotación por tierra de Christian McCaffrey. Las pifias de Detroit cambiaron el destino del juego. Bastaron cuatro posiciones para que los visitantes pasaran de ir 14 puntos abajo a ganar por 10. Elijah Mitchell, con una carrera de tres yardas, colocó el marcador 24-34 con tres minutos por jugar en el último cuarto. Jameson Williams anotó para colocar a los Lions a tres puntos de distancia. Pero al reloj le quedaban solo 50 segundos. “Cuando pierdes así, es duro, sientes que te han arrancado el corazón”, aseguró Dan Campbell tras la derrota.
Mahomes se impone
Baltimore, el mejor equipo de la temporada, se topó con el muro de Kansas City. Los Chiefs se impusieron en la final de la Conferencia Americana. Patrick Mahomes ha comandado junto a Travis Kelce un despliegue ofensivo para llevar a su equipo a la Super Bowl por cuarta ocasión en cinco años. Kansas City buscará contra San Francisco su cuarto título. El campeón de la Americana podrá defender el título que logró en 2023. Con 28 años, Mahomes persigue a la leyenda de Tom Brady.
El quarterback ha enfrentado en la final de conferencia una de las pruebas más difíciles. Esta no había sido su mejor temporada. Registró el porcentaje de pases más bajo desde que inició su carrera en 2019. El primer cuarto dejó claro que comparecía en su mejor forma. El equipo se ha convertido en un peligroso visitante en los playoffs. En los años anteriores, los Chiefs se habían jugado el pase a la Super Bowl en casa en cinco ocasiones. Ahora han logrado el título de la conferencia ante un público hostil y desafiando las estadísticas. Los equipos visitantes tenían una marca de 35 victorias y 71 derrotas en finales de campeonato. Solo Patrick Mahomes puede desafiar a contracorriente esta tendencia.
Kansas había recibido buenas noticias el sábado, cuando se había confirmado que Isaiah Pacheco estaba sano y podría jugar. El corredor ha sido una pieza centran en el juego terrestre de los Chiefs. Contra los Bills, el jugador registró 97 yardas y un touchdown en el juego divisional contra Buffalo. Esta tarde, Pacheco tuvo cuatro recepciones para 66 yardas y una anotación. Pacheco coronó la segunda posesión que tuvo Kansas City marcando por tierra en el primer cuarto. El equipo dio una magistral clase de ataque con una ofensiva de 16 jugadas y 75 yardas que duró nueve minutos. En la primera mitad, los Chiefs tuvieron el balón durante 20 minutos frente a nueve del equipo de Lamar Jackson.
La final de la conferencia comenzó siendo un electrizante choque de ofensivas. Pero el juego evolucionó para convertirse en una medida entre las defensivas, lo que confirmó un viejo adagio del fútbol americano. Son estas las que consiguen los títulos, a pesar de que la gloria suele reservarse a las ofensivas. El tacle defensivo Charles Omenihu capturó a Lamar Jackson en su yarda 29 durante el segundo cuarto. El quarterback soltó el balón, lo que frustró la posibilidad de que Baltimore respondiera a la segunda anotación de los Chiefs. Jackson pasó 20 de 37, logrando 272 yardas. Protagonizó uno de los mejores momentos del juego en el segundo cuarto, cuando capturó un pase suyo que golpeó en un defensor y estuvo cerca de ser interceptado. En cambio, el quarterback sumó 13 yardas. Jackson, de 27 años, aún aspira a conseguir su segundo MVP tras la temporada.
El destino del juego lo selló el defensivo de Kansas L’Jarius Sneed en el tercer cuarto, cuando los Ravens iban solo 10 abajo en el marcador. Un manotazo provocó un balón suelto cuando el novato Zay Flowers estaba cruzando la línea de anotación. El momento fue una decepción colectiva para los de Maryland, quienes fueron anfitriones de la primera semifinal de la conferencia desde 1971 (entonces eran Baltimore Colts y jugaron en Miami).
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