Hace poco, se celebró un destacado foro en Santo Domingo, centrado en la urgencia de eliminar el consumo de productos de tabaco en los centros educativos de República Dominicana. Este encuentro se llevó a cabo en el contexto del Día Mundial Sin Tabaco y contó con la participación de delegados del Ministerio de Salud Pública, el Ministerio de Educación, y varias organizaciones de la sociedad civil.
En el evento, se resaltó que fumar continúa siendo una de las mayores emergencias de salud pública a nivel global, provocando más de 8 millones de fallecimientos anuales. Consumir tabaco es responsable de un elevado porcentaje de muertes debido a enfermedades cardíacas, cáncer y trastornos respiratorios. Igualmente, la exposición al humo pasivo representa un serio peligro para la salud, afectando incluso a quienes no consumen tabaco. En la región de América, alrededor de 1 millón de muertes están vinculadas al consumo directo de cigarrillos y la exposición no intencionada al humo.
Este año, la iniciativa mundial pone énfasis en el eslogan «Artículos atractivos. Intenciones maliciosas. Descubramos su fascinación», destacando cómo la industria del tabaco emplea estrategias de promoción que apuntan a los niños y adolescentes. Los productos se ofrecen con sabores tentadores y empaques vistosos para atraer a nuevos consumidores, resultando en un incremento del consumo entre los jóvenes.
La representante de la organización que impulsó el foro subrayó que el inicio del consumo de tabaco suele ocurrir antes de los 18 años. A nivel mundial, más de 37 millones de adolescentes entre 13 y 15 años consumen productos de tabaco. Esta tendencia es especialmente preocupante en la región, donde se observan altas tasas de uso entre los jóvenes.
Ante esta alarmante situación, se hizo un llamado a fortalecer las políticas públicas relacionadas con el consumo de tabaco. Se propusieron medidas como la prohibición de la publicidad y el patrocinio de productos de tabaco, la regulación de los cigarrillos electrónicos, y la garantía de espacios completamente libres de humo y emisiones en centros educativos, lugares de trabajo y transporte público.
La creación de entornos escolares libres de humo no solo protege la salud de estudiantes y personal docente, sino que también previene el inicio temprano del consumo de tabaco, promoviendo comunidades más saludables. Durante el foro, varios funcionarios reafirmaron su compromiso de mantener las escuelas libres de humo y lejos del tabaco, enfatizando que las instituciones educativas deben ser espacios para el aprendizaje y no para la exposición a sustancias nocivas.
Asimismo, se sugirió crear una mesa de trabajo entre instituciones con el fin de garantizar un ciclo educativo libre de productos de tabaco en las escuelas y colegios para el año escolar 2025-2026. En el evento, se presentaron ponencias y mesas redondas técnicas que destacaron la necesidad de tomar medidas colectivas ante la proliferación de nuevos productos de tabaco y nicotina.
Este foro no solo proporcionó un lugar para el diálogo, sino también para estrechar la colaboración entre varios sectores de la sociedad en la batalla contra el consumo de tabaco. La implicación activa de la sociedad civil es esencial para evitar el uso de productos de tabaco entre los jóvenes y asegurar su bienestar.
La aplicación de medidas efectivas y el aumento de la conciencia sobre los peligros del consumo de tabaco son acciones cruciales para asegurar un futuro más saludable para las generaciones venideras. La educación y la creación de espacios libres de tabaco son instrumentos que pueden contribuir a disminuir de manera significativa el número de jóvenes que comienzan a fumar.